Parece ser que para el 2013, alrededor de 9.000 hogares en Escocia serán alimentados con energía eléctrica generada con desechos de la producción de whisky.
En la región Speyside se localizan la mitad de las 100 destilerías de Escocia. Así que mientras produce gran parte de la reconocida bebida del país, también genera una enorme cantidad de subproductos de los granos.
Hasta ahora, esos subproductos eran enviados a otras regiones. Pero una nueva planta de biocombustibles en Rothes, recopilará los granos usados en 16 de las 50 destilerías de Speyside para convertirlos en electricidad -equivalente a lo que pueden generar dos turbinas de viento-, y fertilizante.
El proyecto de bioenergía cuenta con el apoyo de la industria y la comunidad. La única crítica hasta el momento es la preocupación de no contar en la localidad con la madera necesaria para el proceso.
El proveedor dictará el porcentaje de madera de origen local, dijo el gerente general de la Combinación de Destilerías de Rothes. La basura, el bagazo y los residuos del proceso de fermentación serán los principales combustibles.
El funcionario de políticas medioambientales del WWF Scotland Sam Gardner declaró a The Guardian: “Por la información que tenemos, el proyecto parece ser una muy bienvenida adición a la industria renovable de Escocia. Está usando los desechos de nuestra industria del whisky, algo muy sensato, y está produciendo calefacción para la producción y la comunidad. No obstante, quisiéramos tener garantías de que la planta de biocombustible se nutra de fuentes sostenibles”.
The Lighter Side
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